lunes, 13 de septiembre de 2010

Totems, fetiches, focos...

Dicen que el ser ascendido es capaz de controlar la naturaleza del universo con un solo pensamiento, y lo que es más importante, a través de esta, es capaz de controlar su propia naturaleza, sin necesidad de vinculos con el mundo material.

En cuanto a mi, solo soy un pobre mortal, y como tal, necesito de incentivos externos para encontrarme a mi mismo, yo los llamo mis totems aunque conozco a gente en el mismo caso que los llama de forma diferente.

Mis totems son de sobra conocidos, creo que ya han sido todos publicados a lo largo y ancho de este blog en diferentes ocasiones, y sin referencia alguna a su naturaleza.

Básicamente un totem es ese objeto que consigue enfriar tu mente cuando las ideas hierven caóticas en tu interior, es esa pieza que te permite respirar hondo, pensar con claridad, meditar, sentir calor durante una fría helada...

¿Porque escribo esto?
Porque he cometido un gran error, uno digno de exclamar ¡Maldito seas Perry el ornitorrinco!;
He dejado mis totems en casa.

4 comentarios:

Edmundo Dantés dijo...

Sin el Tao Te Ching, el recuerdo de Toledo, mi colgante, mi anillo, mi bici en el desguace y la colección de dados repartida a lo largo de esta piel de toro nuestra, tan solo me queda un hogar a medias y algo de música.

Así que recordad chicos/as: Eevisad bien la maleta antes de salir de casa, especialmente si estareis fuera algunos dias.

Irene Bebop dijo...

Siempre puedes hacerte con nuevos totems.

Viva Perry

Momo dijo...

Si te digo que de primeras no se cual es el recuerdo de Toleda ¿Cuántos minutos vas a tardar en matarme...?

teologiadeS dijo...

Viva perry también y los totems siempre nos sirven porque por lo menos es algo nuestro en lo que guardamos nuestra fuerza.

Un saludo