miércoles, 16 de febrero de 2011

No tittle

Hace muchos años ya que Elmo dejó de recapacitar acerca del destino y el azar. En muchas ocasiones se había hecho la misma pregunta: ¿Existen las causalidades?
Sus conclusiones fueron cuando menos escuetas: acabó por convencerse a si mismo de que no había solución a la incógnita, incluso llegó a plantearse si esa era una de tantas preguntas cuya respuesta no conoces hasta el instante de tu muerte, ese momento mágico en el que, terminada tu vida, te es mostrado el sentido de su existencia.

Una lluviosa mañana de Febrero, en fechas otrora destacadas, las preguntas volvieron a su mente sin pedir permiso para entrar. Su pequeño cerebro de gomaespuma intentaba dar un sentido "racionalizable" a todas aquellas coincidencias, y aún se negaba a llamarlas casualidades hasta que rebuscando en un viejo cuaderno azul un viejo judío le susurró:

God does not play dice with The Universe

Una mano se posó suavemente en su hombro mientras rebuscaba en aquel cuaderno.
-¿Edmundo? ¿Cuando has entrado?-Preguntó Elmo algo sobresaltado.
-Eso no importa mucho. ¿Has encontrado el cuaderno de Leib? Umn... veo que aún queda suficiente espacio para escribir algunas lineas más, apunta, te daré un par de consejos, uno es mio, el otro me lo dio un viejo amigo.
-No necesito consejos... -dijo Elmo mientras su voz se apagaba- vale, te escucho.
-Creo que fue Alejandro Dumas quien dijo: Todo el conocimiento humano se resumen en solo dos palabras; confiar y esperar.
-No sabía que Alejandro Dumas fuese amigo tuyo... ¿Y tu consejo cual es?
-Quien se opone a la ola morirá ahogado, quien utiliza su fuerza alcanzará sus meta. No intentes controlar las situaciones, simplemente fluye.


Pd: ¿Hay que pagar derechos de autor cuando robas la inspiración?

1 comentario:

teologiadeS dijo...

A la postdata, no, a las casualidades tampoco. Todo está regido por un orden aunque este sea caótico, por tanto, todo tiene explicación aunque ésta sea inexplicable.

Bajo mi punto de vista las casualidades no existen.

Un saludo.

p.d: Está volviendo a encantarme este blog, con todas las dudas filosóficas.