domingo, 27 de marzo de 2011

"Un monstruo imbatible, un héroe abatio y un sueño roto"

Y volvemos al típico tópico cómico de la criptonita,
la bestia negra, la horma del zapato o como quiera ser que quieras llamarlo, con tantos nombres como ya ha tenido y con todos los que aún debe tener, que sin duda alguna, seguirán aumentando mientras perdure el mundo.

Enemigo mortal del héroe, contrario a él en todo, idéntico en todo salvo en su moral *(1) , opuestos por nacimiento o por traición de algún sagrado vínculo. Teme al héroe tanto como por el héroe es temido mas no muestra su miedo como respeto ni prudencia sino con ira y fuego "¡Blood and Thunder" grita al cargar, mostrándose así tanto más humano que el héroe que niega sus instintos, que quiere ser un dios.

Y define quizás el logro definitivo, la meta a batir, el fin último que es la victoria sobre lo que el héroe considera su maldad encarnada... ¿Qué queda tras el héroe una vez vencido el mal que lo atormenta?

Ningún escritor va más allá. Ninguna de las historias hasta ahora escritas trasciende el hito de la victoria, parece como si a la muerte del malvado, la vida del héroe careciese de sentido, ¿Acaso no queda nada que contar? ¿Acaso pierde el héroe interés sin su misión? ¿Acaso no muere el héroe al matar la bestia? ¿Acaso no mata la bestia al héroe en su morir?

Por eso yo miro a la bestia, la veo allí en el suelo, tumbada panza arriba, desprovista de armas o defensa alguna, casi agonizante... y tiemblo de miedo, se me compulge el alma, tiembla mi pulso y sudan mis manos, la veo morir y veo mi muerte, la veo reír al morir, la escucho decir "al morir habré vencido, al morir te habré dado muerte, ¿Qué serás tu sin mi, pobre desgraciado?

Y corro, y corro lejos, más allá de cualquier barrera, escapando a cualquier norma o ley, con tanto miedo que quien me ve pasar no me reconoce. Y olvido en mi correr mi propio nombre y al fin muero, y al morir vuelvo allá y le veo reír, más por morir yo, el no muere y poderoso, como recuperado se yerge poderoso una vez más y camina hacia un nuevo futuro como si nada hubiese ocurrido...

¿Que será de mi?

(1): No es la bondad ni la maldad lo que nos diferencia de nuestros enemigos, sino la diferente posición frente a unos mismos problemas.

No hay comentarios: