El efecto puente fue quizás el más revolucionario descubrimiento de aquella convulsa época conocida por la gran mayoría de la humanidad como "la crisis del tercer milenio" y como "los años en que España ganó el mundial de fútbol" por otros.
Duramente criticado por sus detractores, que alegaban "que todo aquello era un disparate", el efecto puente revolucionó la forma de ver el mundo en aquellos días en que la fe de la humanidad flaqueaba. Basado en los patrones de comportamiento del "ser humano patrón" en los días que daban fin a un periodo de puente, el efecto puente afirmaba, de un modo radical y tajante, que no existía diferencia alguna entre la pereza que embriaga la mente de la humanidad las tardes de domingo y las del último día no lectivo de un puente.
La humanidad se dividió en dos bandos enfrentados: el de aquellos que afirmaban que el domingo era un día especial y el de los que se atrevieron a creer en la nueva doctrina, para los que el domingo no era más que un día de final de puente, (concretamente el puente que iba desde el viernes por la tarde hasta el lunes por la mañana) y que se repetía de forma cíclica.
El problema vino cuando los diferentes estados comenzaron a tomar posiciones fundamentadas en los sentimientos predominantes en su población. Mientras que en algunos, como España, se optó por la creación masiva de puentes buscando el apoyo del electorado, en otros como Francia y Alemania, se tomaron fuertes represalias contra los círculos puentistas suprimiendose todos aquellos días no lectivos más allá del sábado y el domingo y redactandose además leyes contra el recuerdo de dichos días.
Esto, claro esta, provocó migraciones masivas. Unos pocos, los más trabajadores luchaban por escapar de sus países y llegar hasta los países "laboralistas" mientras que la gran mayoría de la humanidad saturaba cada día más los territorios de los países puentístas, donde los recursos básicos comenzaban a resultar insuficientes.
Como era de esperar, la tensión estalló. Durante el día 7 de Diciembre del año 2012 en que se celebraba la fiesta nacional de los días partidarios de los puentes los países laboralistas atacaron. La guerra no duró mucho.
Los países laboralistas, mejor armados, más dispuestos para realizar acciones (de cualquier tipo) se habían despertado temprano aquella mañana y sobrepasaron la frontera hispano-francesa a primera hora de la mañana pillando al enemigo en la cama. Cuando estos despertaron a las 12 y pico (según informan las fuentes históricas) la guerra ya había terminado: España había sido anexionada a Francia y todo el mundo entendió el mensaje y comenzó tomar posiciones afines. Así comenzó el periodo de censura.
La historia de los puentes fue rapidamente eliminada de las páginas de la historia y comenzó un periodo oscuro en que, para evitar el efecto puente, el único día festivo de la semana pasó a ser el domingo.
Pd: Me aburro tanto como en cualquier tarde de domingo
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