martes, 17 de enero de 2012

luces en la oscuridad

El presente se colapsa al mismo ritmo en que nace el futuro, al mismo ritmo en que se olvida el pasado. Todo cuanto una vez existió murió, todo cuanto una vez fue se transformó en algo nuevo, el constante cambio es una verdad tan palpable que reconocerla resulta imposible, estamos tan acostumbrados al cambio que casi no lo vemos mover el mundo bajo nuestros pies.
Cada nueva verdad abrirá la puerta a un nuevo futuro, cada nuevo sueño brotará de los lamentos de un alma en pena, superada por la fuerza de un presente adverso, un presente que no pudo entender, un presente que ya no existe, un presente en el que sigue anclado, un alma anclada en el pasado, un alma anclada en la inexistencia, en el no ser.
Ahora camino bajo un nuevo sol, se disiparon las sombras del pasado y ya comenzaron a ceñirse sobre nosotros las luces del futuro que llega. El mañana no existe aún, pero por suerte, el aterrador pasado ya ha muerto.

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