Mientras un país siga celebrando más las desgracias ajenas que las alegrías propias, difícilmente podrá huir de ese extraño círculo vicioso, que atraviesa a esta España nuestra desde antes de su existencia y del que al parecer, no vamos a salir.
Pd: Hoy escuché a un estudiante celebrar la nueva ley de educación.... hemos alcanzado el siguiente nivel, celebrar nuestras desgracias.
Para el que no lo haya podido leer aún:
RD 14-2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario