lunes, 21 de mayo de 2012

La transitoriedad de las musas

¡Qué fácil es enamorarse de un desconocido!
Su forma de andar, su voz, su mirada perdida en algún remoto lugar... No conoces lo que siente, apenas sabes que esta intenta mostrar, no te importa lo que dice su indumentaria porque te estorba su ropa.
Quizás la fascinación no resida en el extraño en si, sino en el desconocimiento que entraña, no es él, sino tú, es enamorarse de uno mismo soñando que esa desconocida puede estar llena de ti
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"Tu mirada ausente y yo"
Extraña algarabía de sensaciones,
eso eres tú.

A caballo entre el agua que fluye
y el chasquido del rayo,
Entre lo suave y lo abrupto,
así eres tú.

Más mujer que ser humano,
más diosa que mujer,
Esa eres tú

Como el látigo que acaricia el aire
y hace restallar la dura roca,

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