martes, 14 de agosto de 2012

Nuevas reformas en materia económica.

Con la intención de calmar a los mercados y conseguir una mejor financiación para España en estos mismos, BCE y FMI, y a través de ellos, el Bundesbank recomiendan la siguiente linea de recortes que se estructuran en dos grupos, los llamados fuertes y los llamados débiles, y que para que resulten efectivos, deberán ser implementados paralelamente y sin dilación:

En primer lugar, y para suavizar las tensiones de unos mercados que no pueden entender como un país que se esta muriendo de hambre sigue dando muestras de humanidad, a fin de hacer más visible la situación económica del país en nuestras relaciones afectivas, se dictamina:
-Los dos besos del saludo pasan a uno solo.
-Los apretones de mano se darán sin fuerza.
-Los abrazos serán sustituidos por apretones de mano, sin fuerza.
-Los "buenos días" se sustituirán por un "¿Qué hay?" o un muy germano "¿Cómo va lo tuyo?".
-Se eliminarán los aplausos al final de la canción del cumpleaños feliz, por considerarse una costumbre poco entendida y un gasto inútil de energía.

En segundo lugar, y dentro de el paquete de reformas duras, se sugiere::
-Qué todo español entregue su primogénito a los mercados y que se sacrifiquen al menos dos cabras a la semana a los mismos.
-A fin de incentivar la emisión de préstamos desde el sistema bancario hacia la ciudadanía, el derecho de pernada volverá a estar vigente entre los días 20 y 30 de cada mes, salvo en febrero, en el que dependerá del año.

En previsión de que estas medidas tarden en surtir efecto y la remota posibilidad de que no ocurra así, el Gobierno de España se reserva una tercera clausula que entrará en acción mediante Real Decreto y que ordenará la sustitución  de los antiguos cultos neo-paganos por el culto al mercado, representado para la ocasión por una efigie de oro macizo de Angela Merkel dándole un beso en la boca a Emilio Botín y cuyos gastos deberán ser sufragados por cada comunidad de vecinos.

Sin más, y recordando una vez más la necesidad de dar una imagen de unión y voluntad al exterior, me despido recordandoles que la objeción a este decreto podrá ser y será calificada como crimen contra la humanidad.

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