lunes, 11 de marzo de 2013

La niña de Schrödinger

La niña de Schrödinger no nació fruto de ningún experimento, o al menos no se ha podido demostrar. A mi juicio la niña no nació como tal, se hizo a si misma casi por casualidad.

Desde bien pequeña se demostró totalmente incapaz de terminar nada, todo cuanto empezaba quedaba a medio hacer, vivía en un mundo de tareas empezadas, pero aún más que eso, vivía en un mundo de tareas por terminar.

La mayoría de las personas viven en dos momentos temporales, las cosas que están haciendo y las que ya hicieron, cuando empiezan una tarea la acaban, la terminan, la matan y la apilan en su estantería, pero ella nunca tuvo una estantería, vivía con todo a cuestas. Sus libros sin cerrar se esparcían a todo lo largo y ancho de su escritorio, amontonados unos sobre otros como testamento de una vida sin acabar.

Durante muchos años pensé, como ella pensó, que esto era un defecto, que nunca terminaría nada, que viviría siempre en ese extraño limbo que es el presente sin terminar; hasta que un día, quizás por esa dulce intoxicación que produce el el amargo sabor de la cebada, descubrí que al ser aquello verdad, era en realidad todo lo contrario.

Todo aquel tiempo aquella niña había vivido sin cerrar puertas, se había criado en un universo sin paredes, en una extraña realidad en la que una opción no eliminaba a ninguna otra. Quizás su pasado pudiese escribirse en unas cuantas hojas de papel usado, pero no había papel en el mundo para enmarcar su presente. Cada posibilidad que jamás había pasado antes sus ojos seguía aún ahí, no activa, pero latente, viva al fin y al cabo.

Aún no se qué será de ella, cómo quizás tampoco ella lo sabe. Quizás algún día decida terminar todas aquellas cosas que empezó y se desate así "su particular isótopo" y muera, quizás eso nunca ocurra y viva eternamente en ese no vivir que es el presente.

1 comentario:

Edu dijo...

Desde un punto de vista romántico (a la vieja usanza) ,y muy cercano a mi criterio, pienso que podríamos llamar "Libertad" a esa consciencia de la imperfección del propio ser, el autocriticar y mejorar, siempre sin parar hasta un final (o la siguiente vida). Para mi casi empíricamente se podría demostrar que el que mas completo se siente, o mas cree tener controlado su alrededor, es el que está vacío por dentro ...