lunes, 4 de noviembre de 2013

El tiempo de Elmo

Una de las habilidades más increíbles de Elmo, una de aquellas muchas cosas que nunca os he contado sobre él, es que para él, el tiempo es un concepto contextual, y como consecuencia de ello, es también contextual su edad. Así pues, no sorprende a nadie que Elmo no tenga "una edad" sino varias; el hecho de que sólo pueda tener una edad dada en un contexto concreto, no cambia esto. Dada la realidad de que el contexto de Elmo (como el de cualquiera) no es solamente geográfico, sino también social, no cabrá duda de que en un mismo lugar, él pueda tener muy distintas edades en función de qué círculos le rodean.

Anoche, por ejemplo, encontré un Elmo alcoholizado que difícilmente podría recordar quince primaveras desde su puesto de combate en esa trinchera moderna que forman la barra del bar y las banquetas; esta mañana, sin embargo, volví a encontrarlo, mucho más mayor esta vez (casi mucho mayor de lo que nunca había sido), solo, en un banco que durante algún tiempo había sido su único banco (ese que reposa bajo la sombra de algún santo, en un huerto que da flores pero no frutos).
Estaba radiante, sonreía como sólo un idiota puede hacerlo y pese a que su horizonte terminaba bruscamente en un duro muro de ladrillos a poco más de dos metros de su cara, observaba el infinito satisfecho.

-¿Elmo? ¿Cuando has llegado? ¿No vas a descansar después de la fiesta de anoche?
-Aquello que tú llamas anoche ocurrió hace muchos años, muchos muchos años... años felices, debo añadir.
-Bueno, en realidad ocurrió anoche, lo pone en la fecha de las foto, mira.
-Si, claro, pero eso es verdad a medias. Esas son fechas de persona; los delirios paranoides funcionamos en otro modelo de tiempo... quizás vosotros lo llamaríais tiempo "no euclideo"... nosotros lo llamas tiempo normal, o simplemente "tiempo".
-¿Sigues convencido de ser un delirio paranoide? Te he visto fumarte mis cigarros demasiadas veces ya.
-Una cosa no quita la otra. Soy un delirio paranoide gorrón.
-Entiendo...  ¿Y "cuando" estás ahora?
-No sé en qué momento de ese tiempo vuestro estoy, nunca me han preocupado mucho vuestro tiempo ni vuestro absurdo sentido del humor.
-¿Es el día internacional de las respuestas absurdas?
-Ya te he dicho que no sé que día es en vuestro mundo, aquí hoy es sábado sin más.
-¿Sábado "a secas"?
-Si, tampoco me ha importado nunca demasiado nuestro tiempo... es demasiado lioso. Es sábado y para ser más exacto, creo que es antes de la hora de comer.
-¿Es uno de esos días nublados en los que no sabes si es por la mañana o por la tarde?
-No, hace un tiempo excelente, pero como tengo hambre, deduzco que aún no hemos comido.
-¿Y qué te hace estar tan feliz?
-Algo que tú también veras dentro de algún tiempo, es divertido; te gustará.

Y dicho esto, Elmo se puso en pié y comenzó a alejarse de mi, para unos pasos más tarde volverse y preguntar.

-Un cigarrito no tendrás ¿no?
-Toma, es el último, no te lo acabes en tres caladas, ya no habrá más.


Huerto de San Pablo

No hay comentarios: