Al contrario de lo que mucha gente podría pensar, la imaginación no es el motor sin acción que fascinaba las meditaciones de Aristóteles.
La imaginación necesita de una materia prima a la que dar forma y de un combustible que permita ponerla en movimiento. ¿De que materia prima y combustible hablo?
La materia prima de la que tanto necesita la imaginación es el propio mundo, la realidad, en moldearla empleará todo su esfuerzo; ¿el combustible? el combustible que nutre la imaginación es la propia vida, las emociones, los sentimientos, alegrías, penas, dolores y placeres.
Poco puede hacer la imaginación más prodigiosa sin estos elementos.
Alimenta la vida de un sujeto, ensancha su mundo, y su imaginación no tardará en arrojar las pruebas de mi razonamiento.
Pd: Hoy dormí bien =)
Pd2: Aunque no sea 20 de Abril...
Pues nada chica, lo dicho
hasta pronto si nos vemos
yo sigo con mis canciones
y tu sigue con tus sueños.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo y cuando esas emociones son fuertes la imaginación trabaja a destajo.
Un saludo.
Publicar un comentario