miércoles, 23 de febrero de 2011

...en todas las visiones

La imaginación funciona como cualquier otro mecanismo, como cualquier ingenio humano.
Al contrario de lo que mucha gente podría pensar, la imaginación no es el motor sin acción que fascinaba las meditaciones de Aristóteles.
La imaginación necesita de una materia prima a la que dar forma y de un combustible que permita ponerla en movimiento. ¿De que materia prima y combustible hablo?
La materia prima de la que tanto necesita la imaginación es el propio mundo, la realidad, en moldearla empleará todo su esfuerzo; ¿el combustible? el combustible que nutre la imaginación es la propia vida, las emociones, los sentimientos, alegrías, penas, dolores y placeres.
Poco puede hacer la imaginación más prodigiosa sin estos elementos.
Alimenta la vida de un sujeto, ensancha su mundo, y su imaginación no tardará en arrojar las pruebas de mi razonamiento.

Pd: Hoy dormí bien =)

Pd2: Aunque no sea 20 de Abril...

Pues nada chica, lo dicho
hasta pronto si nos vemos
yo sigo con mis canciones
y tu sigue con tus sueños.


1 comentario:

teologiadeS dijo...

Totalmente de acuerdo y cuando esas emociones son fuertes la imaginación trabaja a destajo.

Un saludo.