martes, 12 de abril de 2011

Buenos días

Introducirte ciegamente en el callejón sin pensar, eso has hecho.
Habias sentido la trampa cerrarse sobre tu cuello en otras muchas ocasiones cuando la trampa aún no existía y ahora, con la trampa colocada en el punto más iluminado de la creación, donde era imposible pasarla por alto, has cruzado tu solito el punto de no retorno.
Ahora te quedan dos opciones, la horca que yace frente a tí o dar un paso atrás y morir desnucado al caer del patíbulo.

Realmente no importa que mueras de un modo u otro, no al menos a quienes prepararon la trampa, se conformorán con verte caer del patíbulo o se deleitarán atrapado en la soga, en cualquier caso, en haberte capturado ya tienen su victoria...
¡Oh Edmundo, que temerario has sido!

Fdo: Leibnitz


Welcome!

No hay comentarios: