Pd:
Debe haber algo mal en mi cerebro
pues el olor a sal que arrastra la brisa marina,
me sigue recordando a ti que tan poco mar has visto.
¡Dulce melancolía de un mes de mayo alargado a fuerza de quererte!
Y aún deseo que todos los meses de mayo me sepan así.
Pero que no cambie el sabor de sus abriles
que alguien especie mis agostos
y algún día quizás, poder dar sabor a un octubre en retirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario