No dejarán jamás de sorprenderme los extraños caminos por lo que el cerebro humano une los recuerdos de un modo casi mágico.
Hoy amaneció nevando, otra vez, y en esa nieve recordé yo aquella nieve que hace tanto tiempo puso terreno de por medio. Nunca estuve allí, ni contigo ni sin ti, y nunca vi la nieve a tú lado, y pese a ello, por motivos que no aspiro a entender, tu imagen viene ahora a mi mente, al ver caer los copos bailar, arriba y abajo, al son que marca la ligera brisa que recorre hoy estas tierras.
Sobre ti ya no se nada, has desaparecido, borrada del mapa, sepultada quizás por la nieve del tiempo o quizás borrados tus pasos por el continuo vaivén de las olas, quién sabe.
¿Cómo estarás? ¿Donde? ¿Qué lengua hablarás ahora? ¿Cual besarás? ¿Qué luz guiará tus pasos?
Quizás nunca llegue a saberlo, pero sigo mirando la nieve caer, cubrirlo todo de blanco y me digo: unas cuantas horas más preguntándomelo, no me harán ningún daño; un día es un día.
1 comentario:
Un día es un día, sí.
Imagino que frío hará allí, aquí hace "mucho" (entrecomillas porque nada comparado al tu frío)
¡Besös! 15g.
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