domingo, 17 de diciembre de 2017

Mi primera evaluación

Pasan los años, se cambian las tornas, y hoy, tanto tiempo después, creo que cruzan mi cabeza exactamente los mismos pensamientos que rondaron las de mis profesores.

¿Qué espera esta gente de la vida?

Me la he preguntado dentro del aula, cuando estaba de pié frente a ellos, intentando que comprendiesen que escucharme y apuntar no era baladí.

Me la he preguntado mirando sus pruebas escritas, mientras trataba de rascar puntos donde no los había, esperando que sus 1'5 pudiese, por obra y gracia del Espíritu Santo o Baphomet se pudiesen convertir, no ya en cinco, sino en un 3 que me sirviera para hacerles media...

Y me la pregunto ahora, entre café y café, confiando en que por obra y gracia de la cafeína, ese tres, haciendo media con otro 3, y con un 0 en comportamiento, pueda resultar un cinco.

Otro café... este que sea bombón, a ver si lo dulce ayuda a la magia.... debería pedirlo con anca de rana y ojo de tritón...

Viven en una burbuja.

Viven en un búnker llamado educación. En casa, el apocalipsis se desata a diario en más de un hogar que otro. Pero ellos están en un búnker. Un búnker en el que si no apruebas la recuperación, se hace otra recuperación, y luego otra, y otra...

La vida no tiene recuperaciones, el perdón de los pecados no devuelve el tiempo perdido.


No hay comentarios: