Quien sabe dominar su propio aliento,
será algo más que dueño de su voz,
al dominar el aire en sus adentros,
será señor de los vientos que le orbitan.
Aquel que domine su calma,
no aborrecerá la espera,
aquel a quien su paciencia no cansa,
encontrará momento y manera.
Muchos momentos dejará escapar a cada paso de camino,
y de este modo no dejará escapar el momento adecuado.
Quien sea dueño de su aliento y calma,
Hará soplar el viento en su dirección,
cuando llegue el momento adecuado
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