Volver a verla y soñar con ella una vez más. Soñar, soñar soñar... ¡Cuanto tiempo he caminado lejos de esa palabra! ¡Soñar!.
Verla y recordar lo corto e intenso, verla recordar las promesas rotas, verla prometer hacerme cumplir las promesas de ayer, hoy, en el día de mañana.
¿Cómo he podido vivir tanto tiempo sin su dulce mirada?
¿Sin sus rápidas palabras? ¿Sin su dulce voz?
Verla y soñar recordar que la vida es sueño, verla y pensar que los sueños sueños son. ¿Vivir un sueño o soñar la vida?
¡Qué más me da si te oigo hablar mientras tanto!
...quizás algún día
los sueños sean vida, quizás, quizás, quizás...
Mas como podría yo vivir sin soñar con ella cuando, tan sólo verla,
me ha recordado lo bello que es soñar. ¿Dejar de soñar? ¡Nunca!
Y pese a todo, verla y saber que no volveré a verla hasta dentro de tanto tiempo
que quizás estas sensaciones vuelvan a alcanzarme por sorpresa el día en que la vea
Y después de este arrebato de palabrería, tengo que anunciar que para bien o para mal, he continuado el "articulo llamado Pablo" en una historia que va tomando forma, por amorfa que esta sea y pese a su carencia de interés real para nadie... ¡A escribir se aprende escribiendo!
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