Baja la prima de riesgo: ¿todos salvados?

Bueno, cómo completamente todo el que lea algún tipo de prensa o incluso vea la televisión sabe, en estos últimos días hemos sido testigos de un descenso considerable de los valores de la prima de riesgo española, pero... ¿Significa eso que estamos mejorando?
Sin duda alguna, para la prensa, si, pero aquí estamos todos bastante más que calificados, si no bien para llevar la contraria a la prensa, si para cuestionar las noticias que esta nos ofrece: ¡cuestionemos!
En primer lugar, aunque parezca banal a estas alturas, conviene volver a definir la prima de riesgo como un valor diferencial, es decir, no constituye un valor absoluto sino un Hb-Ha.
Este concepto, que resultará más que conocido para aquellos que hayan tenido que tratar con las leyes de la hidraúlica en todas su formas, puede también llevarse a términos más mundanos, como el nivel del mar.
Para quien me conoce, no resultará nueva esa coletilla de "En esta playa estamos a 22 metros sobre el nivel del mar" mientras el agua nos moja los pies.
Como bien sabréis todos, el nivel del mar en el caso español, se marca desde Alicante, y como todos sabéis bien, el nivel del mar no es constante por motivos gravitaciones y de densidad, aunque eso lo dejamos para otro día.
En lo que nos atañe hoy, basta con recordar dicha anécdota, pues al fin y al cabo, la prima de riesgo actúa del mismo modo, en este caso el nivel del mar es "la rentabilidad" del bono alemán a 10 años.   (Yield)
En estos días, hemos visto disminuir el valor de la prima de riesgo española pero... que curioso, no hemos visto descender su rentabilidad, es decir, el interés que el estado español ha de pagar por ella, ¿A qué se debe esto?
Para seguir con el ejemplo del nivel del mar, cabe siempre hablar del monte Everest y del muy ecuatoriano Chimborazo. Si preguntas a cualquier no ecuatoriano cual es el pico más alto de la Tierra, rápidamente acudirá a su mente el primero, pero si preguntas a un ecuatoriano (y consigues que se centre en vez de hablarte de bielas y cosas raras) automáticamente te contestará "¿La montaña más alta o el punto más alejado del centro de la Tierra?" y es que razón no les falta.
Aunque nadie duda de las nobles hazañas del monte Everest, hemos de recordar nuevamente que la Tierra no es redonda, y esto afecta a todo, sobretodo a los niveles diferenciales.
Para seguir con esta metáfora, planteemos lo siguiente (una metáfora dentro de una metáfora, me estoy superando), supongamos que la prima de riesgo española es la altitud de una montaña, y que la prima de riesgo alemana actúa en modo similar al nivel del mar, por supuesto, los valores absolutos de interés a pagar estarán representados por el núcleo ardiente del planeta (como decía Morfeo).
Veremos así que cuando suban y bajen las mareas bárbaras (no es un error), nuestros queridos residentes de Alicante podrán disfrutar de una mayor o menor cantidad de Tierra (una marea baja deja sitio para mariscadores, una marea alta se lleva las casas) pero aunque eso cambie su altitud, no afectará en ningún momento a la altura de sus tierras.

En otro apartado cabe cuestionarse el motivo de esa subida en la rentabilidad de bono alemán, aunque creo que sería más motivo de dolo que de alegría, pues pocas más posibilidades puede haber que esos mismos especuladores que han jugado a voluntad con la deuda española, a saber que los bávaros habrán de rescatarnos, no se fíen de que estos alemanes vayan a recuperar el dinero que nos presten, tal y como les esta pasando con el caso griego.

En fin, salud y república para todos, pero ante todo: ¡Paz!