Todo se consume,
se consume mi cigarro, se consume la luz,
se consume mi copa y también la canción,
al ritmo en que se consumen también mis sueños
y se consumen también los abrazos y las miradas;
se consume todo menos tú. Todo menos tu sonrisa,
y esos ojos que parecen brillar con más fuerza,
grabando a fuego en mi memoria este extraño día
que mañana no recordaré.
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