viernes, 26 de octubre de 2012

Separatismo ¿Si o no?

No deja de llamarme la atención la cantidad de noticias sobre Cataluña que circulan día a día en nuestra amada, objetiva y neutral prensa.

Ahora todas las noticias parecen haberse puesto de acuerdo "ojo, que seréis igual de pobres" les repiten una y otra vez... me pregunto si ese es un buen argumento.

En los últimos meses hemos visto ese mismo sentimiento separatista nacer en todos los países del sur (con más fuerza en Grecia) y todos sabíamos que la independencia, en caso de desearla, es decir, la independencia de Europa o más que de Europa, del Euro, no puede hacer nada más que traer pobreza pero... ¿acaso no somos pobres ya? ¿acaso pueden traernos mucha más pobreza cuando leemos hoy que el paro ya es del 25%?

Como suele decirse en estos casos, quizás siguiendo un arrebato egoísta, o como a mi gusta llamarlo, un grito de existencialismo, suele recurrirse a ese "si tengo que ser desgraciado, quiero ser dueño de mis desgracias", y quizás sea ese el pensamiento que aflora en el corazón de muchos catalanes hoy en día.

Pero luego esta la política, alienante política, ese extraño juego de masas dominado siempre, hasta el último instante por las élites locales que siempre gritan a favor de la segregación de todos los estados, sean cuales sean, en un intento de copar ellos mismos un nicho de poder al que no pueden aspirar en "lagos más grandes". Son peces grandes en su acuario, ¿qué interés tendría para ellos ir al océano?

El problema esta precisamente aquí, en la mezcla de sentimientos. Un sentimiento separatista debería nacer del corazón, no del bolsillo ni de ambiciones elitistas porque... ¿que ocurrirá si resulta ser un fracaso económico? ¿Cómo se disculparán a si mismos los artífices de dicho cambio? o lo que es quizás peor, ¿cómo se disculparán frente a aquella gente a la que "bajo la esperanza de una nación más prospera" arrastraron a una peor situación al mismo ritmo en que sus cuotas de poder, y sus riquezas aumentaban a un ritmo absurdo?

La historia de las independencias, desde la mejicana a la norteamericana, pasando por las guerras coloniales de este extraño siglo 20, (que según Arthur Clarke nos condenará  todos) muestran siempre el mismo patrón, la independencia no ha favorecido nunca a la masa, ha sido asunto de élites, han sido criollos substituyendo a colonos, y masones substituyendo a reyes, pero para el pueblo llano, sólo ha quedado el sentimiento, nunca el bienestar.

A ese respecto poco más puedo decir. Me gustaría acabar con alguna frase ejemplar un "hacedlo con el corazón, no con el bolsillo, pues el sentimiento de libertad conquistada es todo cuanto conseguiréis" pero va a ser que no, hoy no. Os dejo la reflexión, aplicable a todos los territorios de este mundo nuestro y me despido.

Un saludo desde una confederación de estados

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