domingo, 9 de diciembre de 2012

Cartas helvéticas: El lado luminoso del capital

Nunca jamás pensé ni por un momento que escribiría ese título en esta ni en las próximas diez vidas, pero ahí está. La vida es así, nunca digas de ese vaso no beberé. Pero no os llevéis a engaño, no me he cambiado de bando, "Vengo a enterrar al capitalismo, no a alabarlo"
Últimamente cada sitio o persona que visito me enseña algo, casualmente algo que no debería enseñarme ese sitio o persona, Suiza no es una excepción, y hoy más que nunca:  El capitalismo funciona, funciona si, funciona si se hace bien, y sólo si se hace bien.
A nadie extrañará que me refiera a Suiza como el país más capitalista del mundo, de hecho Suiza una de los principales fuentes de capital a nivel mundial. Pese a ello, es el país de las clases medias, el país de la convergencia económica, es lo que la teoría dice que un país capitalista esta llamado a ser.

Por una vez pasemos por alto la realidad, olvidemos que gran parte de ese capital está aquí evadiendo impuestos en sus países de origen, y olvidemos para que exista un país rico, quince países pobres son una consecuencia, por una vez olvidemonos de eso unos minutos y analicemos el caso suizo como si fuera un hecho aislado de la realidad mundial.

El capitalismo suizo funciona, y funciona precisamente por no parecerse en nada al que vemos en nuestra piel de toro, y por diferenciarse de este cada día un poco más a golpe de decretos.

En primer lugar diremos que la economía suiza empieza por la configuración política del estado cantonal, por lo tanto, cada región es libre de hacer lo que le plazca a la hora de fijar impuestos (salvo el AHV/IV, nuestra Seguridad Social) lo que da a cada región cierta capacidad para atraer empresas según sea neceario, a lo que se suma la realidad estructural del sistema, que permite someter a referendum cualquier medida siempre que se reunan las firmas necesarias (120.000 para asuntos estatales)
Otro punto a remarcar son los salarios, gran parte de la calidad de vida suiza esta basada en ellos. No nos engañemos, en Suiza no son más ricos que en otros países cuando terminan de pagar las facturas, pero tienen más dinero. ¿Qué significa eso? Pues que su mercado interno, aún tratándose de un país de poco más de siete millones de personas, es muy grande (y por lo tanto atractivo), lo que permite a Suiza negociar con las empresas extranjeras en unos términos que muchos ni soñamos.
En el tema impuestos, hay algo más que decir. Pese a lo que dicen las leyendas, los impuestos en Suiza no son más altos que en otros sitios (de hecho los indirectos son bastante más bajos) pero dado que "todo" el mundo cotiza (4'7% del sueldo va directo a AHV/IV en mi caso) y cotiza bastante, eso permite un flujo "relativamente bueno" de dinero hacia las instituciones. Como consecuencia de ello el sector público en Suiza es bastante fuerte. Esto que parece una tontería, hace que las lineas de autobús y cercanías se mantengan cuando no son rentables (el objetivo es dar un servicio), que las universidades no tengan problemas económicos y puedan permitirse el lujo de importar profesores o que  en muchas comunas (ayuntamientos) no exista el concepto de "sin techo"pues los ayuntamientos pueden permitirse tener alojamiento para personas en esa situación e incluso reincorporarlos a través de Cáritas u otros servicios similares.
Finalmente, en Suiza no existen sistemas de educación primaria y secundaria unificados aunque estos son totalmente gratuitos si se asiste a una escuela pública, y totalmente privados en el caso contrario (aquí no hay medias tintas). La formación superior, queda marcada dentro del campo de acción de las quince universidades suizas que quedan tuteladas por sus respectivos cantones, pero subvencionadas desde el estado central. Pese a ello, Suiza se mantiene como lider mundial en inversiones en educación por alumno.

Así que a rasgos básicos, si estudiamos los pilares del capitalismo suizo, veremos que son bastante claros, trabajadores especializados (fruto del sistema educativo), salarios altos (para mantener un mercado interno atractivo a los exportadores extranjeros), instituciones fuertes (como consecuencia del cobro de impuestos) y un sistema político regionalista y sujeto a la voluntad popular

Y ahora me pregunto: ¿A qué están jugando nuestros dirigentes cuando disminuyen el gasto en educación, destruyen el sector público, centralizan tanto como pueden y bajan los salarios?

No hay comentarios: