jueves, 7 de febrero de 2013

Cartas helvéticas: La amabilidad británica

Hoy desde Suiza me salgo de Suiza para hablar de mis vecinos británicos y su forma de ser: la amabilidad británica, ese gran monstruo que todo lo devora.

Un británico dice gracias antes de pedir perdón y perdón cada vez que va a respirar. Agradecen y se disculpan tantas veces que casi resulta difícil seguir la conversación.

Recientes estudios demuestran que un británico medio pasa el 57'5%  de su vida disculpándose o agradeciendo y que esto, quizás por esto mismo, se presenta como la principal causa de mortalidad juvenil: No es extraño que entre tanto "Thaaaaanks", "Excuuuuuuse meeee" y "Sooooorry" se les olvide respirar, produciéndose en no pocos casos una parada cardíaca que tiene como consecuencia desvanecimientos, caidas al suelo y "desnucamientos".

Pese a todo, y de un modo que dado lo explicado no llego a entender, han conseguido hacerse con el control del mundo actual, lo que tiene no pocas consecuencias en nuestro día  a día, entre otras, las lingüisticas:

Por un lado, nos vemos forzados a aprender su lengua mientras ellos se ven forzados a no aprender ninguna otra, a lo que yo sólo veo ventajas. Por un lado tienes la seguridad de que nunca podrán descifrar tus maquinaciones, por otro el inglés es uno de los idiomas más simples que el ser humano ha podido inventar. ¿Qué sería de nosotros en un mundo manos de alemanes, rusos o húngaros?



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