Ayer, haciendo un guiño al pasado, las
pancartas volvieron a salir a la calle por enésima vez. Ya nadie da cifras de
seguimiento, todos sabemos que aunque el 52% de los electores de este país
salieran a manifestarse el mismo día, nadie iba a mover el culo de su escaño.
Hasta donde alcanza mi memoria, ya van para dos años desde que la
ciudadanía comenzó a mostrar su oposición clara a las medidas impulsadas desde
la Unión Europea y ni ha cambiado nada ni tiene pinta de ir a cambiar... ¿qué
hacer ante esta situación? y lo que es más importante ¿por qué no ha cambiado
nada?
¿Por qué no ha cambiado nada?
En los últimos años (y casi diría siglos) hemos visto como el gobierno ha
sido ocupado por diferentes grupos de poder con un carácter que describiría hipócritamente
como "despotismo ilustrado" y al que la palabra "ilustrado" le
sobra se mire por donde se mire.
Podríamos perdonar en este aspecto (y sólo en este aspecto) al enano del
bigotillo, pues él nunca quiso realmente simular que gobernaba por el bien de
la nación, lo dejó bastante claro cuando decidió meterla en tres años de guerra
y matar a algo más de seis millones de españoles, pero ¿y qué pasa con todos
los demás? ¿Qué pasa con
Felipe, con José Mari, con Joselu o Marianico? ¿Qué tienen en común todos ellos más
allá de que podrían haber salido de cualquier número de La 13 Rue del percebe?
La respuesta es muy fácil y casi se podría resumir en un "L'etar c'est moi" rebajado con agua, un "yo sé lo que este país necesita y el país se equivoca." Ese
gobernar de espaldas a la calle lo hizo Felipe cuando cambió su posición con
respecto a la OTAN en el último momento, lo hizo Aznar cuando decidió que era
bien nacional hacer la guerra a Iraq* y Afganistán, no recuerdo haber visto a
Zapatero hacer caso al clamor popular frente a sus medidas de austeridad… y de
Rajoy mejor no hablo, que ya casi me da pena el muy idiota.
El problema está en que en un sistema democrático, al menos en teoría, la
misión del gobierno no es sino la de materializar la voluntad de gobierno de la
ciudadanía (aunque según esta misma teoría, no debería haber ninguna separación
entre gobierno y ciudadanía claro). La teoría de un sistema democrático postula
que gobierna la voluntad de la nación y que por lo tanto no debería poder
existir desacuerdo alguno entre gobierno ciudadanía, la cual nunca puede estar
equivocada (que ya lo decía Manolo Escobar)...y sin
embargo vemos como gobiernan "por
nuestro bien" pese a nuestra disconformidad, es un "no es por mí,
es por tí, pero podemos seguir siendo amigos"**
llevado al campo de la política.
¿Qué salidas quedan?
En un régimen democrático esta pregunta no debería de ser necesaria, es
más, no debería de existir siquiera. Si un gobierno materializase la voluntad
de los electores, nadie debería de poder pensar siquiera en que hiciesen falta
salidas.
Se ha demostrado una vez más que el parlamento, pese a ser un órgano electo
por la ciudadanía, acaba su relación con esta en el momento en que se cuentan
los votos ¿qué se puede hacer contra esto?
Por la via civilizada, nada, la constitución
española no prevé como solucionar estas situaciones, nadie puede cesar al
gobierno salvo el parlamento, que en situaciones de mayoría absoluta es el
propio gobierno, y este ya ha dejado claro que nadie lo va a cesar.
¿Hay que salir a la calle con antorchas y horcas?
Hoy me levanté leyendo una cita de Maquiavello "Quod autem isti
dicunt non interponendi vos bello, nihil magis alienum rebus vestris est; sine
gratia, sine dignitate, praemium victoris eritis." que yo no comparto, pues creo que nos
devolvería a esa guerra de los años treinta y casi con total seguridad a otro
enano con bigote. Para colmo nunca me ha gustado pelear, y de las enseñanzas de
Sun Tzu aprendí a no hacerlo contra un enemigo está mejor armado, mejor
entrenado y coordinado y que
para colmo forma parte de la misma ciudadanía.
¿Hay que resignarse?
Esto suena aún peor que lo anterior, definitivamente no.
¿Qué más se puede hacer además de esas dos opciones?
Organízate y trabaja; las palabras pueden cambiar el mundo, y los hechos
aún más. El gobierno nos ha dejado bien claro que no podemos cambiarlo, pero no
ha dicho nada de la sociedad. Una sociedad no es una nación ni un estado, una
sociedad no queda materializada en sus órganos de gobierno ni en sus leyes, una
sociedad no es sino un ente compuesto por personas y sus interacciones, una
sociedad no puede ser estudiada desde posiciones institucionalistas, debe ser
creada y estudiada en un movimiento de “Bottom-up” y ahí si podemos actuar
todos.
*Me da igual lo que tenga que decir la RAE sobre la grafía de la palabra Iraq.
*Me da igual lo que tenga que decir la RAE sobre la grafía de la palabra Iraq.
** Esta vez bien vale cambiar el órden.
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